No cualquiera puede caer en la gracia de Chuck Norris, uno debe tener en cuenta gran variedad de cosas que se deben hacer y no hacer. Como he dicho anteriormente, la Iglesia de Chuck Norris está plagada de cosas que no debes hacer y cosas que preferiblemente no hagas.
En primer lugar, tenemos los diez mandamientos:
- Amarás a Chuck Norris sobre todas las cosas.
- No tomarás el nombre de Chuck en vano.
- Honrarás a Chuck Norris.
- Lo invitarás a todas tus fiestas, defensas de tesis, etc.
- No lo matarás (es imposible).
- No le mentirás (el puede matarte aún cuando le digas la verdad).
- No le robarás (es obvio porque no).
- No desees con él pensamientos ni deseos impuros.
- No inventarás cosas de Chuck Norris.
- No codiciarás ningún bien: Todo pertenece a Chuck Norris.
- Corolario (y lo más importante): No codiciarás a la mujer de Chuck Norris.
(aparentemente son 11 mandamientos, pero si Chuck dice que son 10, son 10)
No intentes bajo ninguna circunstancia fallar a alguno de los mandamientos, recuerda que:
- No hay teoría de la evolución, sólo existen aquellos seres a los que Chuck les permite vivir.
- El no duerme, espera. No tienes que buscarlo, el te buscará.
- Si no puedes verlo, descuida, el sí. Y si puedes verlo, huye, estás apunto de morir.
- El controla el tiempo, si se le hace tarde, más le vale al tiempo transcurrir más lento.
- Chuck no caza, cazar implica la posibilidad de fallo, el sale a matar.
A lo largo de la historia, muchos han intentado contradecirlo y han sufrido:
- La muralla china fue construida para alejar a Chuck Norris. Fracasó miserablemente.
- Los nazis intentaron asesinarlo, mandando toda su flota de bombarderos contra él. Chuck Norris puso sus dedos en forma de pistola y derribó uno por uno a cada bombardero alemán diciendo: BANG !
- Wally le intentó robar su cartera, desde entonces se la vive escondiéndose.
- El monstruo del armario, no solía habitar en el armario. Intentó asustar a Chuck cuando era pequeño, ahora también tiene que esconderse.
Y por último: Chuck Norris murió hace siglos, pero la muerte aún no se ha atrevido a venir por él.
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